El consumo cultural fomenta el desarrollo económico y el bienestar humano gracias a varias externalidades positivas que están vinculadas al crecimiento del capital humano.  Ya que se trata del disfrute (placentero o utilitario) de cualquier expresión del conocimiento situado en la perspectiva económica del sector.

En Colombia desde el año 2007, a través de la Encuesta de Consumo Cultural  realizada por el DANE se logra caracterizar las prácticas asociadas al consumo cultural de la población. Para este año, la encuesta es particularmente significativa dada la coyuntura actual de la pandemia provocada por el Covid-19.

Aquí tomaremos en cuenta los resultados del sector audiovisual, en que se evaluaron diferentes temáticas como: asistencia a cines, consumo de televisión, radio, videos o música grabada.  

Para la asistencia a cine cerca del 33% de la población encuestada manifestó haber asistido durante los últimos doce meses. Bogotá es la región con mayor asistencia, con un 46%, seguido de la región central que abarca los departamentos de Antioquia, Caldas, Caquetá, Huila, Quindío, Risaralda y Tolima con un 34%. Las principales causas de no asistencia a cine es el desinterés (29,1%), la falta de dinero (27,8%), y un 18,3% debido a las medidas de aislamiento preventivo a causa del Covid-19.

En cuanto, al consumo de otros medios audiovisuales, el 89,3% de los colombianos manifestó un consumo de televisión, siendo este el más alto. Le siguen el consumo de video con 68,9%, radio con 52%, música grabada con 45% y videojuegos con un 19,8%.

Alrededor de un 76% de la población encuestada usa internet, principalmente para el consumo de música (70,3%) y el consumo de películas o videos (70%).

A pesar del notable crecimiento del consumo cultural, impulsado por la mayor conectividad y uso de internet. Esto todavía, en gran parte se encuentra condicionado a la dinámica económica pues se priorizan productos o bienes necesarios para el diario vivir, dejando en segundo orden la apropiación de bienes y servicios culturales. 

Este es el punto clave entre los medios de comunicación digitales y los productos de consumo cultural, ya que éstos últimos moldean la identidad social, influyen en general sobre la forma de actuar, relacionarse, pensar y ser de las personas. Es por ello que de la etapa de la novedad tecnológica se debe transitar a la de responsabilidad social, de compromiso con el entorno específico en el que se desenvuelven.

Por: Michael Sepúlveda

*La encuesta fue realizada entre agosto y septiembre de 2020.