Vector de Negocios creado por katemangostar - www.freepik.es
Los estragos producidos en materia económica y social por las medidas para contener la pandemia del COVID-19 han creado una perspectiva incierta para el mercado laboral. Esto ha provocado el aceleramiento de los procesos de automatización y digitalización en los trabajos.
Hacia finales del año 2020 el Foro Económico Mundial – FEM, analizó estás tendencias de nuevos trabajos para el futuro. El informe destaca, que pese a que la adopción de la computación en nube, el big data y el comercio electrónico siguen siendo una alta prioridad para el sector empresarial. Áreas como la ciberseguridad, en especial el cifrado, la robótica y la inteligencia artificial, son cada vez más demandadas.
En Colombia, también hacia finales de 2020 la Alianza TIC, conformada por el Ministerio del Trabajo, Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones –MinTIC, Ministerio de Educación Nacional -MEN, y el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA, presentó el Estudio de Medición de Brechas de Capital Humano. El informe evidenció que cargos como la minería de datos, el Blockchain y los servicios en la nube serán los de mayor demanda. Sin embargo, resalta que los cargos críticos y de alta demanda del sector TIC siguen siendo operativos y poco orientados a las nuevas tendencias.
En esa línea el FEM expone que las brechas de habilidades aumentaran a medida que las competencias requeridas para el año 2025 se intensifiquen. El pensamiento crítico, el análisis, la resolución de problemas, la autogestión, el aprendizaje activo, la resiliencia, la tolerancia al estrés y flexibilidad, son las principales habilidades que se requirieren para cerrar esta brecha.
En esos esfuerzos, se estima que alrededor del 40% de los trabajadores requerirán una recapacitación de al menos seis meses y el 94% de los líderes empresariales, de las principales economías desarrolladas y emergentes, esperan que los empleados adquieran nuevas habilidades en el trabajo.
La tarea parece contrarreloj y algo desafiante, de hecho, el 84% de los empleadores están listos para digitalizar rápidamente los procesos de trabajo, incluida una expansión significativa del teletrabajo, con el potencial de mover el 44% de su fuerza laboral para operar de forma remota.
Para 2025, se estima que los empleos más operativos disminuyan en un 6,4%, al pasar de 15,4% al 9% y que las profesiones emergentes crecerán un 5,7%, al pasar de 7,8% al 13,5%.
Así el FEM prevé que para 2025, 85 millones de empleos pueden ser desplazados por un cambio en la división del trabajo entre humanos y máquinas y que se creen 97 millones de empleos que se adapten mejor a la nueva realidad del mercado laboral.
Ante este panorama solo queda fortalecer el trabajo conjunto y articulado. Por un lado, el sector público dispuesto a financiar la readaptación profesional. La academia brindando una oferta educativa acorde a las demandas y que junto al sector privado se establezca una hoja de ruta para en la transición laboral. Además, que este último, cumpla estándares de responsabilidad social, ambiental y de gobernanza.
