De acuerdo al estudio presentado por el Centro de Estudios y Telecomunicaciones de América Latina (Cet.la), la piratería digital en la región fue responsable de al menos 156.000 millones de visitas ilegales en 2019. Provocando pérdidas potenciales de 675 millones de dólares, contando únicamente a usuarios que no están suscritos a los servicios OTT (Over The Top) más importantes.  

Dado que los servicios OTT se brindan a través de Internet, no requieren mucha inversión, infraestructura o espectro y, además, no están sujetos al marco regulatorio propio de los operadores de red (proveedores de red y servicios de telecomunicaciones en el caso de Colombia). Esto sin necesidad de que un proveedor de Internet controle el contenido, es decir, el proveedor no asume ninguna responsabilidad, ni puede controlar la visualización, los derechos de autor y/o la redistribución del contenido.

Para Colombia, las visitas a sitios ilegales es 100% más alta que a los sitios legales examinados. Sin embargo, la cifra disminuye al 8% al tomar solo los 15 sitios web más visitados, esto refleja la alta concentración de la oferta de la piratería. 

Es claro que la piratería de contenidos audiovisuales ha incrementado en los últimos años tanto en Colombia como en el resto de América Latina. Esto como consecuencia del mayor uso de internet de la población y del cambio en el consumo de contenidos audiovisuales, provocado por la aparición del OTT . 

Precisamente, el fenómeno de la piratería digital, es la muestra más clara de las carencias que existen en materia de regulación, sumado al rápido avance tecnológico, que con los  servicios audiovisuales OTT tienen una tarea pendiente, presentando los siguientes retos: 

• Los entes reguladores se encuentran con la acelerada innovación, debido a la competencia en el sector OTT, que avanza mucho más rápido que las regulaciones.
• No entienden cómo funcionan estos mercados. Existe una asimetría informativa difícil de superar dada la magnitud, amplitud y diversidad del mercado. Este problema es particularmente significativo en países en vía de desarrollo, como Colombia.
• Los OTT más importantes operan a nivel internacional y los entes reglamentarios son de ámbito nacional.

Los reguladores han estado ajustando su perspectiva a la nueva realidad del mercado y ya han identificado algunos de los principales problemas que se plantean para adaptar la reglamentación al crecimiento de los OTT. Por ejemplo, en Colombia la Comisión de Regulación de Comunicaciones ha publicado la hoja de ruta para la regulación de estos servicios. 

Además, no en vano la UIT, el organismo especializado de las TIC de las Naciones Unidas, ha insistido en  reconocer y comprender claramente la transformación total de la cadena de valor en el sector de las telecomunicaciones. Así, como de subrayar la importancia de redefinir su reglamentación en este nuevo mundo de Internet IP.

Por: Michel sepúlveda