Es innegable el efecto negativo causado por la pandemia de COVID-19 en el mercado laboral. En Colombia la tasa de desempleo actualmente se ubica en 14,2% y entre diciembre de 2020 a febrero de 2021 la informalidad llegó a 48,1% en las 13 ciudades principales del país según el DANE. 

Dicho esto, una reciente publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destaca cómo puede la tecnología facilitar la recuperación del empleo tras el COVID-19 al generar nuevas opciones de trabajo, flexibilidad laboral y capacitación de habilidades digitales. 

 

“Garantizar el acceso inclusivo al teletrabajo requiere avanzar en la transformación digital de las empresas” (BID, 2021)

 

Por otro lado, también se exponen los siguientes retos para mejorar las herramientas tecnológicas en América Latina [1]: 

 

• Ampliar el alcance de las plataformas de una manera inclusiva: La falta de acceso a herramientas básicas para beneficiarse de la economía digital, el insuficiente desarrollo de habilidades digitales de los trabajadores y la baja preparación tecnológica por parte de las empresas hizo que la descarga de aplicaciones/plataformas no alcanzara su pleno potencial. 
• Lograr que la penetración de las TIC llegue a todos los rincones de la región:  A pesar de que el acceso a un teléfono celular sea casi universal, hay más de una tercera parte de la población que no cuenta con acceso a internet. De igual forma, el nivel de acceso a banda ancha es muy reducido, por lo que no toda la población puede acceder a nuevas oportunidades de empleo. 

 

•  Alcanzar mayor cobertura de banda ancha: En este caso, el acceso a internet en América Latina se da mayormente mediante dispositivos móviles, lo que limita el tipo de actividades que pueden llevarse a cabo, por ejemplo, una persona no podría trabajar desde un celular. Así que es primordial incrementar el acceso a banda ancha desde aparatos apropiados como un computador o portátil.
• Diversificar la oferta de empleos en el continente: La región se caracteriza por ofrecer en su mayoría empleos manuales o físicos que hacen que las desigualdades en acceso a las TIC entre los países sean grandes. Identificar fortalezas en actividades que no dependan altamente de la mano de obra no calificada o de la extracción de recursos no renovables por ejemplo, permite que los países tengan alternativas en sus economías y sean más competitivos con otras regiones.
• Capacitar a los trabajadores en habilidades digitales: El estudio encontró que los trabajadores no están preparados para beneficiarse de las oportunidades que brinda la tecnología. En la región, la brecha de habilidades digitales es grande, por ejemplo en Perú, el 43,6% de los adultos no tiene experiencia utilizando un computador. Por eso es importante empezar y fortalecer los programas de capacitación para los empleos en habilidades blandas y digitales para que no dependan netamente de estos trabajos de baja cualificación. 

En conclusión, es imprescindible reducir la brecha digital en la región para generar más empleos, mejor remunerados y cualificados. Para esto se requiere formular políticas eficientes para realizar inversiones en la capacitación y acceso a las TIC.

Para conocer más les invitamos a acceder al documento completo acá: https://bit.ly/3ox7I5H

[1] Banco Interamericano de Desarrollo. 2021. El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe. Disponible en https://publications.iadb.org/en/future-work-latin-america-and-caribbean-how-can-technology-facilitate-job-recovery-after-covid-19-0

 

Por: Paula Tatiana Hernández