La evolución de las redes móviles (1G, 2G, 3G, 4G) en las últimas décadas le ha abierto paso a la tecnología 5G, la cual se beneficia del éxito de estas generaciones previas y evoluciona de tal forma que ya no solo está orientada a servicios de voz y datos, sino que escala significativamente y ofrece otros servicios como velocidades de descarga mucho más rápidas y latencias mucho más bajas, lo que permite que se desarrollen tecnologías como el IoT (Internet of things), el Edge Computing, las ciudades inteligentes, entre otras.

Esta tecnología va en ascenso en el mundo. Sin embargo, en América Latina es donde sigue más rezagada, frente al desarrollo que ha tenido en otros países. Según el último reporte de GSMA (Asociación Global de Ecosistema Móvil) sobre 5G en América Latina, se evidencia que esta tecnología aún está en su fase inicial de despliegue, pero que con la evolución paulatina que esta va teniendo, se producirán aumentos en la productividad y la eficiencia y llevará a que el impacto en la economía sea de más de US$60.000 millones al PIB de la región para 2030, lo que representará el 0,9% del PIB total de toda América Latina.

El reporte asegura que estos beneficios empezarán a evidenciarse de forma más clara a partir de 2025. Además, este describe que, en cuanto al beneficio por sectores, el 5G, gracias al impulso en la digitalización, generará unos beneficios en salud, educación, manufactura, seguridad pública, movilidad y medio ambiente.

En concreto, según GSMA, para América Latina se espera que el 43% de los beneficios se den en el sector de servicios; el 29% en el sector de la manufactura, impulsado por ciudades inteligentes, cadenas de suministro inteligentes, entre otras; y el porcentaje restante en servicios públicos, construcción, petróleo, agricultura, el sector minorista, entre otros.

Las predicciones son claras y ponen al 5G en un panorama positivo para las economías de la región. Sin embargo, aún hay grandes desafíos y el principal de ellos es el lento ritmo de la asignación de espectro para el despliegue de 5G. Si bien los servicios comerciales fueron lanzados en 8 países de Latinoamérica solo 3, hasta el momento, han completado asignaciones de espectro para 5G (Brasil, Chile y República Dominicana).

En Colombia aún hay incertidumbre en la asignación de espectro y se está a la espera de una subasta de redes 5G que permita darle celeridad a los planes de la industria de telecomunicaciones que brindarán más y mejores conexiones para todos los ciudadanos. Esta subasta se espera realizarse en el segundo semestre del año y en los próximos meses se conocerán las condiciones para que esta se desarrolle en los mejores y más justos términos.

Según el reporte de 5G de GSMA, no solo será necesario que se completen las asignaciones en las cantidades necesarias, en el momento oportuno, a precios justos y condiciones razonables, sino que se requerirá también de un entorno de políticas apropiadas, incentivos en la inversión, modernización y armonización en las regulaciones y un constante diálogo entre el sector público y privado, para que así esta tecnología brinde la evolución y la competitividad que los países requieren y que podrán obtener gracias a las ventajas que traerá el 5G.

Desde la CCIT y el TicTac se siguen apoyando todos los esfuerzos que impulsen el desarrollo de esta tecnología en el país, ya que gracias a ello se masificará el acceso a nuevas tecnologías, se mejorará la calidad de los servicios de telecomunicaciones, se aumentarán las oportunidades para todos los ciudadanos y se seguirá contribuyendo para cerrar la brecha digital que existe aún en el país.