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La tecnología de las redes 5G son una innovación que están generando un cambio en la organización industrial y los modelos de producción debido a sus características técnicas. Esto implica mayores velocidades de transmisión, fortalecimiento de la ciberseguridad, comunicaciones masivas entre máquinas y eficiencia energética de los dispositivos.
Por ejemplo, la relación entre las redes 5G, la inteligencia artificial (IA), la robótica, la automatización, y/o la realidad aumentada facilitarán nuevos usos en diferentes sectores e industrias, y agilizarán la adopción de modelos de Industria 4.0, facilitando aumentos en la productividad y la competitividad, y mejoras en la sostenibilidad (Ilustración 1).
Es importante destacar que el tener acceso en tiempo real a la información para la toma de decisiones a lo largo de toda una cadena de valor es una ventaja competitiva fundamental. Dado que permite hacer uso eficiente de los recursos, generando un valor social y ambiental al momento de desarrollar aplicaciones más eficientes y rápidas. Por ejemplo, para usos en la salud, el transporte, el teletrabajo, el desarrollo de las ciudades y atender mejor la demanda de la sociedad.
Pero llegar a este punto requiere un serio compromiso en materia de política pública. Recientemente, la CEPAL estimó que la implementación de la tecnología 5G podría tener un impacto en el PIB de América Latina entre 229.000 y 293.000 millones de dólares hasta 2030. Para el caso colombiano se pronosticó 13.700 y 17.400 millones de dólares.
Sin embargo, la inversión en bienes de capital necesaria para desarrollar la expansión de las redes 5G y que puedan tener este impacto para 2030, se estiman entre 50.800 millones de dólares y los 120.070 millones de dólares para los próximo siete años
Pero llegar a ese punto, no es una tarea fácil y menos en economías como la colombiana. Donde se presenta una estructura productiva poco diversificada, una informalidad alta en el mercado laboral y limitaciones socioeconómicas que no permite una adecuada apropiación de las tecnologías digitales, tan fundamentales para el acceso y la conectividad.
Distintas recomendaciones apuntan a la importancia de la articulación entre las estrategias empresariales y las acciones de política. Para lograr encaminar la digitalización hacia un desarrollo con igualdad y sostenibilidad.
De esta forma, además de tener en cuenta las tecnologías digitales en las políticas sociales, se deben integrar estrategias articuladas en lo digital, lo social y lo económico con el fin de desarrollar instrumentos intersectoriales para superar las barreras y las brechas.
Por: Michael Sepúlveda
