La salud mental se ha ido priorizando con el paso del tiempo. Hoy, este tema tiene mayor alcance y las instituciones y la comunidad médica siguen reuniendo esfuerzos por encontrar datos, evidencias y posibles soluciones para esta condición.

Y aunque falta camino por recorrer en este tema, científicos de Dinamarca lograron dar pasos agigantados con un estudio realizado a 900.000 personas, el cual demostró que vivir en un entorno con buena presencia de áreas verdes durante la infancia, se relaciona con un menor riesgo de padecer enfermedades mentales o trastornos psiquiátricos en el futuro.

Según los datos, los niños que vivieron con espacios verdes escasos tienen 55% más de riesgo de tener trastornos mentales en su vida adulta. Además, otro estudio realizado a 13.000 niños y jóvenes y que busca darle respuesta a la depresión, como una de las enfermedades que más se replica en el mundo, mostró que vivir en un área urbana con mayor vegetación genera 7% menos de riesgo de padecer síntomas depresivos.

No solo los niños han sido objeto de estudio en este tema, pues en una investigación similar, los adultos mayores también arrojaron datos interesantes. Luego de revisar personas mayores de 78 años se demostró que quienes vivieron desde su infancia y hasta su edad madura rodeados de parques y vegetación tienen una tasa de deterioro cognitivo que avanza mucho más lento que los que no.

Estos datos siguen demostrando que una de las prioridades en la construcción y mejoramiento de territorios debe ser la infraestructura verde, no solo como elemento agregado a la consolidación de un espacio, sino como herramienta fundamental para dar solución al problema de la salud mental, una pandemia que, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, aqueja a más de 300 millones de personas en el mundo.

Desde el programa de Territorios VIC, se busca seguir poniendo en la mesa de discusión la importancia de implementar estrategias verdes a lo largo de todos los departamentos del país, que permitan, no solo cumplir con los requerimientos pactados en los planes de ordenamiento territorial, sino que también impacten de forma positiva en la calidad de vida de los ciudadanos.

 

Escrito por: Ana María Sánchez