A pesar de los avances que el mundo ha experimentado en los últimos años en cuanto al aumento en el acceso a tecnologías, todavía hay retos por superar para garantizar la inclusión de las mujeres en la transformación hacia una sociedad digital. Dicho esto, una investigación hecha por el Kiel Institute for the World Economy destacó diferentes recomendaciones de política pública que les permitirá a los países mejorar su productividad y desarrollo social.

 

“Sigue existiendo una marcada y omnipresente desigualdad de género en términos de acceso, propiedad de dispositivos digitales, fluidez digital, así como la capacidad de hacer un uso significativo del acceso a la tecnología” (Mariscal, Mayne, Aneja, Sorgner, 2018)

 

A continuación se señalan las estrategias más importantes identificadas en la investigación:

 

1. Los gobiernos de todo el mundo deben poner en marcha marcos regulatorios que impulsen la adopción de las TIC. Estos marcos deben considerar internet como una tecnología de uso general que es transversal a todos los sectores de la economía. A través de políticas transversales, los gobiernos deben actuar como impulsores de cambio, promoviendo la participación activa de todos los actores clave en la promoción y adopción de las TIC.
2. Promover políticas inclusivas que fomenten eficazmente contenidos beneficiosos para las mujeres a través de plataformas digitales, para así aumentar el acceso y el uso de los servicios tecnológicos. Acá la innovación tecnológica actúa como motor de la inclusión social y la participación de las mujeres en la economía.
3. Diseñar programas de desarrollo de capacidades para mujeres que incluyan la enseñanza de habilidades digitales. Acá la educación informal y continua es importante para impartir conocimientos de tecnología a las mujeres y que luego su entrada al mercado laboral sea más sencilla.
4. Impulsar la educación de las mujeres en los campos de la ciencia y la tecnología a través de becas, pasantías y programas de formación y considerar cuotas de género para la admisión en los programas de educación con el fin de fortalecer la participación de las mujeres en los puestos de toma de decisiones y el liderazgo dentro del sector STEM.
5. Fomentar el despliegue de redes de última generación mediante soluciones alternativas, como las asociaciones público-privadas (APP) y las obligaciones de cobertura vinculadas a las subastas de espectro que promueven la conectividad de las zonas desatendidas.
6. Plantear estrategias de compra/contratación digital que promuevan una mayor oferta privada de servicios de TIC ya que esta automatiza las tareas repetibles para aumentar la eficiencia, reducir costos y además despliega nuevas formas de infundir modelos de datos para enriquecer las operaciones diarias y la toma de decisiones en las empresas.
7. Facilitar estadísticas sobre inclusión digital desagregadas por género y que estas sean comparables entre países ya que son indispensables para evaluar el impacto de las medidas de política pública que se adopten. 

 

En conclusión, la adopción de las tecnologías digitales puede desempeñar un papel vital en la reducción de la brecha de género al hacer que las mujeres «se sientan más seguras y conectadas,  que tengan acceso a la información, los servicios y las oportunidades que mejoran su calidad de vida, acceso a la salud, los servicios financieros y el mercado laboral» (GSMA Mobile Gender Gap Report, 2018).

 

Para conocer más les invitamos a acceder a la investigación completa acá: https://bit.ly/3dlPSx4 

Por: Paula Tatiana Hernández