Los territorios inteligentes ya no son un tema de ciencia ficción, el término es cada vez más real y cercano de lo que imaginamos. El desarrollo de este tipo de territorios viene en ascenso y no es de sorprender, pues los gobiernos y numerosas empresas siguen avanzando en el desarrollo de nuevos modelos que le permitan a los habitantes de un territorio disfrutar de su entorno y adherirse a el.
Según estimaciones de la Cepal, el 82% de la población de la región vive en áreas urbanas y 17% de este grupo está concentrada en seis megaciudades que tienen más de 10 millones de habitantes, es por esto que la discusión y posterior desarrollo de las ciudades inteligentes debe ser inmediato y no debe dejarse al azar.
Una de las características principales que debe predominar en un territorio para que su dinámica sea más inteligente y desarrollada es contar con nuevas tecnologías en ámbitos como transporte, logística, seguridad ciudadana, salud, eficiencia energética, recopilación de datos, innovación social y participación ciudadana.
Aunque parece que estos temas son imposibles de alcanzar, lo cierto es que la planeación eficiente de los territorios acompañada de herramientas de tecnología de la información y las comunicaciones, permite lograr los objetivos. No es suficiente dejar consignado en un plan de desarrollo el despliegue de nuevas tecnologías, es necesario que este sea una prioridad y un foco de los gobernantes, tanto territoriales como nacionales, pues se requiere de un consenso frente a la necesidad de tener ciudades modernas que respondan al principal problema de los territorios, el cual es lograr el bienestar común.
La planeación requiere de esfuerzos mancomunados entre el sector privado y público, pues son las compañías tecnológicas las encargadas de avanzar en nuevas herramientas. En nuestro programa territorios VIC (Verdes, Inteligentes y Creativos) del Tanque de Análisis y Creatividad de las TIC (TicTac) destacamos el papel que juegan diferentes compañías en la construcción de soluciones para el desarrollo de ciudades inteligentes. Algunas de esas nuevas tecnologías se centran en herramientas recolectoras de datos de ámbitos como seguridad vial, seguridad ciudadana, recolección de basuras, entre otras, todo esto para tomar decisiones acertadas para la comunidad y lograr que las soluciones sean respuestas casi exactas a las necesidades verdaderas de los ciudadanos.
No solo la recolección de datos hace parte del ecosistema de las ciudades inteligentes, también existen soluciones que desarrollan diferentes empresas como kioskos digitales, tecnología para toma de temperatura, detección de riesgos, creación de entornos de oficina con tecnologías de construcción inteligente, entre otros.
El desarrollo de tecnología visible para los ciudadanos es un gran aliado para las ciudades inteligentes, pero también lo son los desarrollos que abarcan temas como inteligencia artificial, Big Data, Internet de las cosas, computación en la nube que son necesarias para crear diferentes herramientas de machine learning que sirvan a las necesidades ciudadanas.
Con estas herramientas y con todos los avances que se han logrado, es importante que las ciudades inteligentes se planeen y se construyan con bases sólidas, para ir dejando atrás los viejos cimientos que le seguían el curso al desarrollo de los autos y grandes autopistas, y así pasar a centrarse mucho más en el desarrollo de las personas y sus nuevas necesidades que, con la pandemia y las nuevas formas de vida, ahora se encuentran en rangos de distancia más cortos, lo que facilita y mejora la calidad de vida. Las ciudades inteligentes no deben dejarse al azar, no se construirán de la noche a la mañana y no se solidificarán sin esfuerzos, requieren de tiempo, inversión y, sobre todo, de dejar las puertas abiertas al desarrollo de nuevas tecnologías.
escrito por: Ana Bula, directora del TicTac
